La brújula de Leo dirige la nave hasta una desolada ciudad italiana cuyos habitantes pueden ver fantasmas y uno de ellos convierte a los espíritus en piedra.
Mientras investigan los avistamientos de un monstruo extraño que se roba las almas de los niños, Leo y el equipo encuentran una amenaza mucho más siniestra.
El equipo debe hacer frente a una tormenta para encontrar un portal al mundo de Quetzalcóatl, pero solo pueden atravesarlo si hacen un trato con un mítico lobo.
En un intento por fortalecer su aquelarre, Baba Yaga y el inmortal Nu Gui convocan a Marcella a una cueva en China, que está repleto de soldados de terracota.
Leo lleva un horripilante muñeco a la nave, poco después los miembros del equipo empiezan a desaparecer... y Leo empieza a hablar con calaveras de azúcar.