- «¡Y ahora, la grand finale!»
- ―Deveriux
Deveriux es uno de los antagonistas secundarios de Las Leyendas: El Origen. Es uno de los fantasmas secuaces de Moira, junto a Pascual y Chuletl.
Apariencia[]
Es un hombre fantasma pequeño pero delgado, con un tono de piel color morado pálido. Tiene una peluca prominente y elegante, pero que tiene una gran marca de bala de cañón en el centro, dejando al descubierto su calvicie. Sus cejas y bigotes tienen un detalle elegante, que le combina más con ser un noble francés. Sus ojos son de un tono rojizo oscuro.
En cuanto a vestuario, se viste de un traje militar mayormente de color negro con franjas doradas, y una camisa "cuello de tortuga" color blanco va por debajo de esta, llevando igualmente un listón rojizo y un collar lujoso con una piedra preciosa incrustada (puede tratarse de un rubí). Su cinturón es de un negro más oscuro, y tiene una hebilla dorada. En la misma, resalta una cadena roja resplandeciente, que está rota en 2 partes. Finalmente, la parte inferior también está cubierta de una tela negra y harapienta.
Personalidad[]
Es alguien de carácter malvado y astuto como Moira, Pascual y Chuletl. Sin embargo, tiene la misma desventaja de todos, al ser muy confiado. Eso mismo, lo llevaría a su final.
Historia[]
Antes de los eventos de la película, Deveriux pudo haber sido (de acuerdo a su vestimenta) un militar francés de principios del siglo XVIII (siendo el menos antiguo de los 3 secuaces de Moira). Por la gran marca de su peluca, pudo haber muerto por el impacto de una bala de cañón, y probablemente, fue repentino su deceso. Con el listón rojo que posee, pudo haber sido de un rango alto dentro de su batallón (como capitán, teniente o general).
Al llegar al Mundo de los Muertos, conocería en un tiempo no establecido a Moira, a quien se dedicó a servirle en lo que ella deseara (como era, en este caso, buscar la forma de acceder al Mundo de los Vivos), y recibiría unas cadenas místicas (como una señal de servidumbre), similar a la que tienen sus colegas.
Las Leyendas: El Origen[]
Aparece de segundo en la batalla contra la Guardiana del Códice. Logra dar una batalla algo más extensa que la de Chuletl, aunque es derrotado por ella de igual forma. Ya teniendo Moira lo que buscaba, se carcajea junto a sus compañeros.
Llega al Espejo Eterno discutiendo con sus compañeros, sobre que Moira abra un portal ya mismo, aunque se abstiene de seguir cuando Pascual casi pierde la voz. Al activarse el Espejo, se le nota muy emocionado, pero cuando un "monstruo" se asoma allí, se ve preocupado. Con resultar ser Leo y comerse el poder del Espejo, trata de atraparlo junto a Pascual y Chuletl, pero una onda del bebé los aparta varios metros. Cuando Aniceto llega al rescate, es el primero en atacarlo con sus espadas, aunque este lo esquiva, propinándole una patada.
Cuando el portal va perdiendo su poder, este avisa que va a explotar. Sin que Moira pueda arreglarlo, recibe el impacto de energía del lugar, saliendo notablemente lastimado. Le pregunta a Chuletl sobre su paradero, pero recibe la negativa de este. Cuando ella ordena buscar a Chimo, este menciona que sigue en deuda con ellos. Después de haber enviado al Alebrije Búho, sigue a sus compañeros rumbo a donde se encuentra el joven fantasma.
Ya en su guarida, le menciona lo que Moira quiere, a cambio de dejarlo acceder al mundo de los vivos. Después de que Pascual le menciona que pudieron abrir el portal con el Códice, este menciona la aparición del niño, siendo esto lo que arruinó el plan. Además, de que Moira se hallaba malherida, y que Leo se había tragado el poder del Espejo Eterno. Finalmente, le dice que no hay tiempo que perder, y que se gane la confianza de todos mientras ellos se encargan de seguir sus movimientos.
En el Valle de las Mil Miradas, aparece junto a Chuletl para exigir por el bebé. Al principio, nadie entendía sus expresiones francesas, siendo el guerrero jaguar el que le ayuda a traducir. Saca su espada para anunciar el ataque, y llega Chimo en ese instante. Al ver como golpeaba a Chuletl, le dice que se trataba de una pelea falsa, pero este le asesta un golpe con su lanza, haciendo que de vueltas. Insiste en que deben estar actuando, pero sigue recibiendo la fuerza de Chimo. Sin poder evitarlo, anuncia retirada.
Justo cuando Pascual menciona el éxito del plan, este le responde que será dentro de su punto de vista, porque el fantasma les dio una buena paliza, dándole Chuletl la razón. Mientras están viendo a los protagonistas avanzar de entre las colmenas de luciérnagas, una de estas se posa sobre su peluca, y recibe un manotazo de Chuletl, por lo que comienzan a pelear. Al haber sido atrapado el insecto, se asusta con la furia del enjambre, gritando horrorizado, para luego intentar apartarlos de sí mismo con su espada, pero recibe otro golpe del guerrero jaguar, dejándolo aplastado en el suelo. Aunque, luego huye con el resto cuando Pascual anuncia otra retirada.
En las Cuevas del Silencio, aparece hinchado de sus picaduras, respondiendo a Chuletl que deben cruzar el lugar, aún si ya no queda camino seguro.
Cuando el Alebrije transmite por segunda vez a los protagonistas, está viendo la roca de transmisión junto a Chuletl con notable enojo, mencionando la palabra "mugroso traidor". Si lo dijo, fue porque ambos estaban viendo una caricatura, y Pascual les arrebata el objeto.
Mientras van siguiéndolos, Deveriux pregunta al corsario si ya van a llegar, recibiendo un no rotundo. Al darse cuenta de la presencia del Alebrije Pulpo, huye remando junto a los otros, suplicándoles ir más rápido.
En el doble cruce, aparece saludando a Chimo en francés. Al leer sobre el Desierto de la Cizaña, le aconseja al espíritu que debe hacer pelear a Finado, Moribunda, Eva y Aniceto entre ellos, si es que quiere obtener al niño sin ningún problema. Habiendo escuchado el canto de Moribunda, se esconde.
Cuando Chimo renuncia a su misión, él menciona que han sido traicionados.
Estando arrullando a Leo, este se presenta ante Chimo, después de haber herido a Aniceto. Viéndose acorralado junto al resto, le entrega una cápsula para que ponga a la criatura allí.
Este se encarga de apuntarlo con su espada, para que no trate de desobedecer. Cuando el Alebrije Búho huye con el niño, este le dice al joven que ahora si los impresionó, y que creyó que los había traicionado. Al ver que los amigos de este cuestionan a lo que se refería, este les revela que era uno de los suyos. Después de recibir el rechazo de ambos bandos, Deveriux anuncia el gran final, y usando su espada, crea ondas potentes que resuenan en la Caverna.
Se despide, diciendo que ya se van. Cuando el Monstruo de la Caverna aparece furioso, cree que ya ha ganado, y sigue despidiéndose entre burlas mientras sube por la escalera. Sin embargo, recibe una pedrada de Finado, que lo hace caer al suelo. Entre el esfuerzo de Chimo por contener a la bestia y la acción de Chuletl en cortar la escalera, los llama tanto a él como a Pascual "cobardes", y le arrebata la espada a Chimo, diciendo que es el único que puede controlar a esa amenaza. Logra lastimarle una mano al Monstruo, Justo ahí, es atrapado por el gigantesco engendro, quien lo devora mientras grita.
Poderes y Habilidades[]
- Experto espadachín: es habilidoso con la espada hasta para usarla como sintonía y así despertar al Monstruo de la Caverna.
- Rapidez: Ha demostrado ser muy ágil dentro del combate, como se pudo ver en sus peleas contra la Guardiana del Códice y Aniceto.