- «Quién fuera bizco pa' verte doble»
- ―El Cieguecito distraído
El Cieguecito de los Ojos es un personaje menor que aparece en La Leyenda de la Nahuala, La Leyenda del Charro Negro y Las Leyendas: El Origen.
Apariencia[]
En La Leyenda de la Nahuala, es un hombre de baja estatura y tez poco morena. Tiene cabello marrón, ocultado por un sombrero de tono marrón-gris pálido, mientras que sus ojos suelen taparse en unos lentes negros e irregulares (teniendo un vidrio rectangular y otro circular). Usa una camisa manga larga de un tono verde blanquecino y desgastado, siendo sostenido por un tirante negro que sostiene el cartel simbólico de él. Usa pantalones de color morado, y siempre anda descalzo.
En La Leyenda del Charro Negro, se ve como un hombre más mayor que el de la película anterior. Su sombrero tiene un tono marrón oscuro, y sus lentes tienen mayor parecido a los de un ciego. Usa una camisa manga larga castaña oscura y larga con otra prenda "esqueleto" blanca. Sus pantalones son negruzcos.
En Las Leyendas: El Origen, tiene una apariencia joven. Su sombrero es de color mostaza, sus lentes son más circulares que ovalados, y su cabello marrón llega hasta los hombros. En su cuello, cuelga el aviso del "Siego". Usa una camisa manga larga de color celeste y usa unos pantalones de color vinotinto y están arremangados.
Personalidad[]
Es un hombre que le gusta engañar a la gente para obtener unas monedas. Sin embargo, no siempre sabe disimular, llegando a soltar los nombres de quienes le dan limosna o caminar con tanta facilidad.
Historia[]
Las Leyendas: El Origen[]
Aparece momentáneamente cerca a Nando. Le quita su balero y le enseña a jugarlo (siendo un experto). Después de eso, le pide que se vaya porque espanta a sus clientes, siguiendo con su engaño.
La Leyenda de la Nahuala[]
Se trata de un hombre que suele finjir que está ciego para pedir limosna en las calles de la ciudad de Puebla. Al principio de la película se puede ver como Toñita San Juan le regala unas monedas. Lleva colgado un cartel con la inscripción "Siego (di los hojos)".
La Leyenda del Charro Negro[]
El cieguecito se encuentra aún por fuera del Templo Conventual de San Francisco y saluda a Leo y a Nando cuando estos vuelven a la ciudad de Puebla, diciendo: "¡Leo, dichosos los ojos que te miran por acá!".